La década de los ’60 estuvo marcada por grandes acontecimientos a nivel mundial que influyeron en la sociedad y, como todo cambio cultural, marcaron un nuevo periodo en el sistema de la moda. Entre estos acontecimientos se puede mencionar la Guerra Fría (conflicto ideológico entre Estados Unidos y la Unión Soviética), la Guerra de Vietnam, la Primavera de Praga o el Mayo Francés.
Todos estos conflictos denominaron a los años ’60 como la “década de las ideologías” en la que se provocaron revueltas estudiantiles y huelgas generales alrededor del mundo llevadas adelante, principalmente, por jóvenes.
Los ’60 son el nacimiento de las contraculturas que son fenómenos anti-sistema, es decir, que iban en contra de los mandatos y estereotipos sociales. Aquí se produjeron cambios de estilos de vida relacionados directamente con la ideología de las personas que adoptaron nuevas formas de percibir el mundo. Tanto la moda como la música fueron factores distintivos indispensables en los jóvenes, quienes tomaron esto como su forma de expresión y la manera de comunicar sus ideales al resto de la sociedad.
Woodstock 1969
En este periodo surge el movimiento hippie, el cual introdujo el espíritu de esperanza, felicidad, cambio y revolución. Esta contracultura levantaba como bandera el símbolo de la paz y estaban decididos a cambiar el mundo, derribando las cuestiones sociales que consideraban injustas. Estaban en contra de las guerras y a favor de la libertad y el respeto por los derechos humanos.
Terminada la Segunda Guerra Mundial se produce un auge de natalidad lo que llevo a que en esta década haya más jóvenes los cuales conformarían una clientela nueva para la moda. Estos jóvenes contaban con más recursos económicos que sus padres teniendo así mayor acceso al consumo. Dada la demanda y el auge del movimiento hippie se crean nuevas tiendas de ropa independientes llevadas adelante por jóvenes emprendedores. Estas surgieron principalmente en países como Inglaterra y luego la tendencia se expandió hacía otras capitales del mundo.
Shoppers on Carnaby Street, London, circa 1968. (Photo by Michael Putland /Getty Images)
La nueva silueta de los años ’60 se confirmaría como sutil y “alargada”, recta y geométrica. Las grandes casas de moda se reservan el modelo de producción artesanal y el estilo italiano da un salto de la mano de diseñadores como Jole Veneziani o Mila Schon: Roma se convierte en la sede de los desfiles de alta costura.
Sin embargo, la juventud vivía un conflicto generacional por lo que impusieron en su forma de vestir sus gustos provocadores. Las nuevas formas de moda podían verse en calles londinenses como Kings Road o Carnaby Street donde se encontraban los jóvenes que representaban las subculturas “mod” o “rockers”, por ejemplo. Es así como ciudades como Nueva York, San Francisco y Londres se instauraron como capitales de moda.
Mods Mods
Rockers
Pero la revolución de la moda que acompañaría los cambios culturales de la época, sin dudas, es la aparición de la minifalda creada por Mary Quant: esto provocó una revolución del vestir liberando a la mujer. Esta diseñadora británica tenía su tienda de ropa independiente en King’s Road, Chelsea. Allí sus clientas le pedían que acortara el largo de sus faldas. En el año 1964 presentó una colección en la que las minifaldas tenían un largo de 35 cm (15 cm por encima del largo permitido en aquel momento).
Mary Quant
Yves Saint Laurent, por su parte, fue uno de los primeros en acoger en la moda oficial las aspiraciones anti-conformistas creando, por ejemplo, el vestido “Mondrian” (de tubo modernista de punto blanco). Además, André Courreges creó un vestido sin mangas que llegaba arriba de las rodillas y es acompañado por botas cuadradas, moda que tuvo gran influencia en la década.
Vestido Mondrian de Yves Saint Laurent
En este proceso, los estereotipos a imitar son las modelos y la principal referente de los ’60 es Twiggy: famosa por su peinado corto y masculino, sus ojos maquillados y por ser la elegida para mostrar la minifalda creada por Mary Quant.
Twiggy
Los ’60 fueron una década marcada por el cambio de pensamiento y la necesidad de los jóvenes de crear un nuevo mundo. Ellos marcaron tendencias no solo en la moda, sino en el estilo de vida que llevaría a grandes cambios sociales en la siguiente década.