«Sep7imo Día, No Descansaré» de Cirque du Soleil llegó a la capital cordobesa el pasado miércoles 24/5 en el marco de lo que fue la función especial para prensa e invitados especiales y a la cual tuve el honor de poder asistir.
Las inmediaciones del Orfeo Superdómo se encontraban repletas de fanáticos que asistíamos con gran entusiasmo a esta función que daba inicio a la gira de 14 funciones que se llevarán a cabo en la ciudad.
En el ingreso, grandes filas de gente de todas las edades, grupos familiares, amigos, niños, jóvenes y gente mayor estaban ansiosos porque llegara la hora del show. Se acercaban las 9 y media de la noche, y con el público ya en su lugar, entre los que se encontraban Zeta Bosio, Charly Alberti y familiares de Gustavo Cerati, la compañía canadiense nos invitaba a sumergirnos en un juego de sentidos.
Las luces del Orfeo se apagaron y se podía escuchar la voz en off de los músicos de Soda Stereo. En el campo, aparecen tres anillos de luces led que mostraban imágenes de la última gira de la banda y se desplazaban entre el público guiadas por “los ángeles guardianes”.
La magia comienza con el personaje principal en el centro del escenario que se transporta a otro mundo a través de auriculares en los que suena Soda Stereo. La magia comenzaba y los artistas empezaron a deleitarnos con sus acrobacias.
El sonido era envolvente y la escenografía acompañaba a la perfección cada uno de los actos. Uno de los momentos que más me gustó fue “Un millón de años luz” en la que un artista del circo dibuja en la arena y las imágenes que recrea son proyectadas en las magníficas pantallas que acompañan y son fundamentales en el show.
Las canciones van acompañando, no contando una historia, al ritmo de los diferentes actos que se realizan tanto en el escenario, como en el campo o en el aire.
Quizá el momento más emotivo del show fue “Té para tres”, donde se formaron fogatas en medio del público y un artista nos invita a cantar. En este acto la canción es del público, mientras pasan la letra de la misma por las pantallas. También, el acto acompañado por “Sobredosis de tv” me dejó boca abierta con el juego de pantallas mientras el artista actuaba arriba del escenario y las imágenes lo reflejaban dentro de televisores. Momentos de mucha euforia y de mezcla de emociones se vivieron adentro del domo.
En el final, todos los artistas que formaron parte de los distintos actos a lo largo del show salieron a saludar al público mediante distintas acrobacias terrestres en las que supieron lucirse y el público les agradeció por el impactante show a puros aplausos y ovaciones.
Un show fascinante, de primer nivel que nos agasajó eligiendo la música de la que fue una de las bandas más importantes de América y banda sonora de nuestras vidas.